martes, noviembre 07, 2006

Vuelta

Me vuelvo ya. He estado de viaje con un cliente. Él se ha ido ya, voló a otra ciudad de este país en el que estamos, por motivos de trabajo. Yo sigo aquí, voy a coger el avión de la tarde, y mientras hago tiempo dejo una nota desde un ordenador del hotel, para que los pocos que me leéis no penséis que me he ido del todo.

Nunca me había ido tanto tiempo con un cliente, ni tan lejos. La convivencia ha sido dura y larga. Mi cliente es de aquellos que en cuanto no están vigilados por su mujer, se entregan sin freno a todo tipo de vicios... beben, comen y se drogan sin mesura. Saben que en cuanto vuelvan todo vuelve a la paz inicial, bajo la vigilancia y la tutela de su señora esposa, esa mujer a la que han convertido en muro de contención de todos los apetitos que se agolpan dentro de ellos, y que empujan por salir como una violenta riada de agua y lodo. Seguiré contando... aquí todos tienen ojos y hablan español. No me gusta escribir fuera de mi pequeña madriguera.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me alegra volver a saber de tí. Tal vez te lea más gente de la que crees.

Escribes maravillosamente bien, pero sobre todo sabes muy bien lo que dices. Te admiro, por tu inteligencia, preparación, capacidad, sensibilidad y respeto hacia los demás.

Me importa un rábano a qué te dedicas. Yo procuro mirar el corazón de la gente y el tuyo es limpio. Eres una persona que merece la pena.

No olvides nunca que ¡tú vales mucho, nena!.

Siento mucho no tener una gran empresa para poder ofrecerte el trabajo que, por capacitación y sentimientos, te mereces.

Un beso
Sofía

8:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me duele que un hombre no confie en su esposa para ser uno mismo... a menudo no entiendo por qué no las dejan y ya está y se dedican a esa vida de vicio que tanto les gusta.

Te estoy leyendo en una sola tarde,pena que hayas cerrado el blog, el post anterior me enterneció

8:43 p. m.  

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